La imponente Grimhilde encarna la perfección de la villanía en esta exquisita creación de Jim Shore, ataviada con una majestuosa túnica negra y morada que luce el inconfundible rosemaling y patrones de colcha que realzan cada pliegue. Elevando amenazante la manzana envenenada, su mirada helada revela un corazón consumido por los celos y la ambición oscura, convirtiendo este instante en un símbolo del poder y la traición. Con una altura de 13,0 cm, esta figura decorativa captura el misterio y la elegancia de la reina más temida de todos los cuentos.