Desde las sombras del cine mudo emerge una figura que definió el terror para generaciones: el conde Orlok, también conocido como Nosferatu. Esta figura articulada de 25,5 cm rinde homenaje a la icónica película de 1922 con un nivel de detalle impresionante. Viste su inconfundible levita oscura y viene acompañado de un sombrero removible, fiel al diseño original. Con 5 puntos de articulación, esta recreación captura toda la inquietante presencia de uno de los vampiros más legendarios del séptimo arte, convirtiéndose en una pieza imprescindible para coleccionistas y amantes del horror clásico.